Los educadores sociales reclaman un mayor “reconocimiento social”

Los educadores sociales reclaman un mayor “reconocimiento social”

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Los profesionales tienen un plazo de habilitación que finaliza el 26 de abril



HUESCA.- La Asociación Profesional de Educadores Sociales de Aragón (APES) informó ayer en Huesca sobre el proceso de constitución del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales (CEES) de Aragón. El presidente de la Comisión Gestora del CEES-Aragón, Antonio Balsa Urós, explicó que el objeto de esta jornada era “avisar a los educadores que están ejerciendo la profesión desde hace muchos años que no disponen de la diplomatura, o a los diplomados de la UNED, de que el 26 de abril de este año acaba un plazo extraordinario que concede la ley de creación del colegio para que los profesionales puedan habilitarse y poder seguir trabajando en igualdad de condiciones con los nuevos diplomados”.

En la comunidad autónoma puede haber en estos momentos unos mil educadores sociales, de ellos más de doscientos en la provincia de Huesca, que trabajan especialmente con personas que están en situaciones de riesgo o desventaja, como la tercera edad, los discapacitados, los inmigrantes, jóvenes en conflicto, etcétera. “aportando iniciativas y creatividad, educando en el respeto, la diversidad y sostenibilidad individual, social y ambiental”.

Preguntado sobre el mayor problema que tienen los integrantes de este colectivo, Antonio Balsa dijo que es “la falta de reconocimiento social, que esta figura es un poco novedosa, aunque ya llevamos más de veinte años trabajando muchos profesionales en esta materia. Es una labor similar al trabajo social, pero el trabajador social ha conseguido cierta estabilidad y reconocimiento mientras la educación social como tal, todavía dista un poco de llegar a esos niveles”. De hecho, “todavía hay gente que piensa que puede educar cualquiera, que no hace falta una formación, aunque en 1991 se creó la diplomatura en la UNED porque lo demandamos los profesionales pensando que este trabajo con menores, con toxicómanos, con personas discapacitadas, con determinados colectivos desfavorecidos, hay que hacerlo con calidad y con eficacia, y prestando un buen servicio a la sociedad, que es de lo que se trata”.