Revisando la Web encontré este articulo de Ricardo Catalá GorguesAsesor de formación, Cefire-FP de Cheste. Me pareció importante y aqui, en el blog de la Animación sociocultural y la integración profesional os lo reproducimos integramente
PROFESIONALIDAD Y EXIGENCIA DE LA ANIMACION SOCIOCULTURAL
Si hacemos un rastreo en el devenir histórico de la Animación Sociocultural, hasta nuestros días, a través de la consulta bibliográfica y documental existente, podemos descubrir toda una serie de cuestiones relevantes que se han suscitado en ese ya dilatado recorrido histórico.
El común denominador a todas esas cuestiones gira en torno al marco conceptual de la Animación Sociocultural, así como con relación a la propia figura del Animador Sociocultural. Y muchas de ellas, se han dirimido, y aún se debaten, desde una visión dicotómica. Así tenemos, entre las más conocidas, las siguientes dicotomías: democratización-democracia cultural, animador voluntario-profesional, sector público- privado, gestión-animación.
Lejos de mi intención volver a desempolvar anteriores controversias, que ya se han convertido en tópicos "literarios" del campo más genuino de la Animación Sociocultural. Pero, sí dejar constancia, que ha sido en ese caldo de cultivo, desde donde se ha suscitado la reflexión y, por tanto, el debate, alrededor de la profesionalidad y exigencias de la Animación Sociocultural, que en este asunto todavía mantiene su plena vigencia y actualidad.
Por tanto, desde esa perspectiva, abordar la profesionalidad y exigencias de la Animación Sociocultural, supone, de entrada, realizar un ejercicio intelectual de distanciamiento prudente, ya que podemos caer en el terreno acomodaticio de la idealización y mitificación - nada que ver con las utopías - de lo que es y supone la Animación Sociocultural y, por ende, la figura del Animador.
Tanto el concepto de ASC, como el análisis de la figura de intervención, son de fácil tergiversación, por sus propias connotaciones semánticas, que induce a presentar un panorama de "buenas intenciones", ilustrado en los manidos decálogos del buen animador, o en la variedad taxonómica sobre tipologías, muy efectista al nivel didáctico, pero poco realista respecto a un análisis riguroso de la realidad social y cultural en la que nos movemos actualmente.
Es en el marco de la realidad social y cultural donde hay que situar la reflexión sobre profesionalidad y exigencias. Y más en concreto, en los procesos de intervención sociocultural, que, en buena medida, nos permite registrarlos en parámetros de competencia y responsabilidad. En otras palabras, hemos de situarnos en el "qué hacer" y en el "cómo hacer" de la Animación Sociocultural.
En ese contexto, nos vamos a encontrar, por un lado, con las nuevas claves de referencia sobre la Animación Sociocultural, y, por otra parte, vamos a poner de relieve la metodología de los procesos de intervención, consideradas como coordenadas que vendrán a reforzar el sentido y orientación de la profesionalidad y exigencias que conlleva el ejercicio de la Animación Sociocultural, desde cualquiera de sus vertientes y escenarios de intervención.
En el primer aspecto, hay que señalar las nuevas claves discursivas que hoy se dibujan con respecto a la Animación Sociocultural, que podemos deslindar en los siguientes términos: interculturalidad, cooperación y pluralidad. Los cambios que se operan en nuestra sociedad inciden en esta trayectoria que se acaba de señalar, reconocidos como principios y valores a desarrollar.
En el otro aspecto, la metodología de la intervención se sustenta en una amalgama de conocimiento aplicado y competencia en habilidades cognitivas y sociales, por parte de la figura del Animador, que favorezca una mejor adecuación de los procesos. En este sentido, las diversas instancias de formación existentes, han de poner una mayor énfasis en sus perfiles formativos.
En definitiva, hemos de reconocer que la profesionalidad y exigencias de la Animación Sociocultural, van más allá de ciertos discursos de visión reduccionista, y a la vez complaciente, para situarse en concepciones más contextualizadoras, y por qué no más complejas, pero que van a permitir tomar opciones más explícitas y comprometidas, al hilo de las nuevas resonancias que la Animación Sociocultural nos aporta actualmente.
Aqui se encuentra el articulo original
Decálogo para un grupo construir un grupo que dialoga
Hace 2 semanas
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