El próximo jueves, coincidiendo con la
huelga en Centro Abierto La Rosa (recurso municipal de atención a
personas sin hogar), trabajadoras y trabajadores de la red de atención a
personas sin hogar de la ciudad de Madrid nos concentraremos a las
18:30 en el Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo,
cuya concejala es Marta Higueras. Otra vez apelamos a vuestra
solidaridad ¡os necesitamos ahora más que nunca!
EXIGIMOS UNA INTERVENCIÓN SOCIAL 100% PÚBLICA Y DE CALIDAD
Simplificando mucho, el sistema
municipal de atención a personas sin hogar teóricamente se basa en un
modelo de escalera en el que las personas usuarias de estos recursos
recorren un camino por los diferentes recursos de la red, "avanzando
peldaño a peldaño", hasta lograr su inclusión social.
La realidad que sufren las personas que
entran en la red de atención a personas sin hogar dista mucho de la
teoría. El Ayuntamiento de Madrid lleva décadas apostando por el negocio
de la pobreza donde las personas que se ven institucionalizadas poco
importan. El modelo de escalera se acaba convirtiendo en un modelo de
puertas giratorias en el que la mayoría acaban saltando sin sentido de
un recurso a otro, alternándolo con temporadas en situación de calle por
no cumplir con los objetivos impuestos por el recurso.
El modelo final por el que se apuesta es
meramente asistencial, buscando más invisibilizar a las personas sin
hogar y separarlas de los núcleos urbanos que contribuir a superar la
situación de exclusión social que sufren, y convirtiéndolos en números a
la hora de entregar las memorias anuales de los diferentes proyectos.
Todos ellos muy lucrativos para los mercaderes de la solidaridad.
La mayoría de los Centros de Acogida se
encuentran a las afueras de Madrid, dificultando a las personas usuarias
de los mismos, muchas de ellas con problemas de movilidad, el
desplazamiento para realizar cuestiones básicas y propias de cualquier
ciudadano como puede ser acudir al médico o realizar cualquier gestión,
suponiendo en algunos casos un peligro añadido ya que tienen que cruzar
carreteras por lugares no acondicionados para ello.
Debido a las largas listas de espera
para acceder a los centros de acogida, muchísimas personas se ven
obligadas a malvivir en nuestras calles. Durante la llamada "Campaña de
Frío", que se desarrolla durante los meses de invierno para evitar la mala imagen que dan las muertes en la calle,
se habilitan otros dos centros de acogida también a las afueras,
obligando a las personas que se han quedado sin recursos propios ni
plaza en la red de asistencia municipal, a trasladarse como puedan
diariamente a puntos muy concretos de la ciudad, donde les espera un
autobús que les traslada a estos centros (si tienen suerte y les dan plaza para ese día),
para que pasen allí la noche y después darles la patada a las 7 de la
mañana de vuelta al autobús que los devolverá a la ciudad (al menos
tienen la decencia de darles un café y un bocata para que pasen el día
en la calle). Ahora repitan la operación diariamente durante 5 meses
para que en Marzo cierren la campaña y le dejen en la calle porque "ya
hace calor".
Los denominados Centros Abiertos se
plantean como centros de acogida de baja exigencia y corta estancia, y
para que las personas no se acomoden en los mismos tienen butacas de
hospital para "descansar" en vez de camas. De nuevo la realidad es
dickensiana. A estos centro acceden personas con una problemática social
muy grave, muchos de ellos con una media de 50 años de edad y una larga
trayectoria en situación de calle. Acaban pasando temporadas muy largas
en estos centros (la media es de un año) destrozándose la espalda en
butacas de hospital (agravándose problemas osteomusculares, de
circulación, etc) por lo que finalmente muchos deciden echarse la manta
para dormir en el suelo. En algunos centros, como en Centro Abierto
Peñuelas, llegan a dormir en sillas por falta de butacas.
En el
Centro Abierto La Rosa sufrimos un grave problema de infraestructura,
llegando a estar las lamentables condiciones de las instalaciones en la
génesis de accidentes laborales y caídas de residentes (algunas de ellas
con severas consecuencias médicas). En el centro residen numerosas
personas con diversidad funcional, no estando el centro adaptado a sus
necesidades ni el personal formado para atender a personas con movilidad
reducida.
Lo cierto es que el centro se ha
convertido en un cajón de sastre, donde conviven perfiles demasiado
heterogéneos como para poder brindar una atención personalizada de
calidad. Incluso tenemos a personas con grave deterioro cognitivo
(demencias), en un entorno hostil, desagradable e incluso peligroso,
durmiendo en el suelo. Los ejemplos son tantos que si tratásemos de
enumerarlos, no llegaríamos a la concentración del jueves.
¿PORQUE NOS ENCONTRAMOS ANTE ESTA INDIGNANTE SITUACIÓN?
Porque vivimos en un sistema en el que
se mercantiliza la pobreza y a las personas que la sufren, en beneficio
de empresas parasitarias de la Administración Pública, en muchos casos
disfrazadas de ONG (como ASISPA, Grupo 5, ACCEM, Aebia, Rais
Fundación...). En el caso de nuestra red, situación únicamente posible
por la connivencia entre patronal y técnicos municipales como Darío
Perez (jefe de servicio de Samur Social y Emergencia), que lleva varias
legislaturas haciendo del sinhogarismo su cortijo, y que el Area de
Gobierno de Ahora Madrid ha mantenido y protegido pese a que las
diferentes plantillas llevamos denunciando esta situación desde que
entraron en el poder.
Recordamos que fuimos las familias
trabajadoras quienes aupamos al poder a las compañeras y compañeros de
Ahora Madrid, hastiados de nepotismo y corrupción. Pero desgraciadamente
no terminamos de notar que el cambio llegue a nuestras vidas. Y esto
será así mientras la ciudad siga gestionándose bajo criterios
neoliberales. Por eso defendemos la gestión directa de los servicios
públicos. Por eso exijimos a Manuela Carmena que cumpla su programa
electoral e inicie la remunicipalización de los servicios públicos,
entre los que se encuentran los centros de atención a personas sin
hogar.
Sin embargo, la respuesta del gobierno
municipal ante las reclamaciones de las trabajadoras y los trabajadores
municipales privatizados en cuanto a la municipalización es clara y
tajante: NO QUIEREN ESCUCHAR NADA AL RESPECTO.
Por si fuera poco, algunas empresas
siguen negándose a aplicar el Convenio de Acción e Intervención Social
(CAIS), y las que lo han hecho lo hacen parcialmente. El Ayuntamiento
está incluyendo la obligatoriedad de aplicar el CAIS en los nuevos
pliegos, pero lo hace rebajando y degradando a los y las Integradoras
Sociales de Categoría Profesional, demostrando así que una vez más el
Ayuntamiento va de la mano de las empresas y no de los y las
profesionales que sacamos adelante los servicios públicos. En nuestro
caso, con el agravante de apostar así por el asistencialismo benéfico en
lugar de hacerlo por una intervención social transformadora.
Por eso, desde La Rosa En Lucha
apostamos por la municipalización del servicio, para evitar las malas
prácticas, inevitables bajo gestión privada, que afectan tanto a
personas usuarias como a las plantillas profesionales. Porque sólo
mediante una gestión directa y democrática, con la participación activa
de los trabajadores y las trabajadoras, se conseguirá una INTERVENCIÓN
SOCIAL PÚBLICA Y DE CALIDAD.