La importancia de comprender la lectura y también de saber cómo escribir
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Muchos de los escolares tienen problemas para elaborar un texto simple, situación que a veces se prolonga hasta la universidad. Es por ello que la especialista y docente de la Universidad Andrés Bello, María Teresa Lobos, entrega algunas pautas que les ayuden a mejorar a tiempo este aspecto.
De acuerdo a diversas evaluaciones, la gran mayoría de los escolares chilenos no entiende lo que lee, pero muchos tampoco son capaces de hacer un resumen, redactar un texto adecuadamente o bien hacer un esquema escrito que les ayude a estudiar determinada materia.
Si bien la escritura es una habilidad básica para el desarrollo individual, académico y social de las personas, María Teresa Lobos, magíster en Educación Especial y docente de la Carrera de Psicopedagogía de la Universidad Andrés Bello, explica que también es una tarea compleja que lleva años de práctica desarrollar.
Agrega que los problemas más frecuentes son justamente los relacionados con la producción, redacción, ortografía y la grafomotricidad. “En general los alumnos con dificultades de aprendizaje no desarrollan procesos cognitivos, metacognitivos, ni adoptan estrategias adecuadas para responder a las exigencias de la escritura. Les faltan habilidades organizativas, escriben cualquier información tal como la piensan, sin considerar la relevancia en el contexto de sus composiciones. Es decir, no toman en cuenta que la escritura es para ser leída por otros” dice María Teresa Lobos S.
Un problema del aula
Frente a estas dificultades se hace necesario reflexionar sobre la enseñanza que se realiza en los colegios y cabe preguntarse ¿cuánta práctica de escritura productiva o creativa se realiza en las aulas?
Según señala la docente de la U. Andrés Bello, el tiempo que se dedica a las actividades de producción, generalmente corresponde al 10% de las actividades escolares en los que se desarrollan “redacciones, composiciones, temas libres”, sin ninguna pauta o trabajo sistemático, lo que es posiblemente el inicio de las dificultades.
Añade que además por lo general la escritura no se utiliza como una herramienta de estudio, esto se aprecia en que los alumnos no saben realizar esquemas, organizadores gráficos, mapas conceptuales o resúmenes, que los apoyen y ayuden en sus distintos aprendizajes. “Los alumnos no producen buenos escritos porque les falta conciencia de los problemas a los que se enfrenta en su escritura y la falta de estrategias para resolverlos, es decir metacognición”, advierte María Teresa Lobos S.
Escribir es un proceso con diferentes fases y es importante determinar cómo un estudiante está procesando la información en cada una de ellas y no sólo en el producto. Para ello, se debe analizar su producción escrita, pero no sólo en la versión definitiva del texto, sino también centrarse en la corrección de los borradores. Esto permitirá detectar en qué proceso cognitivo está presentando dificultad, sea en el de planificación, traducción o revisión.
Algunas de las dificultades que pueden presentarse en escritura son aquellas referidas al vocabulario, a las estructuras textuales, a la sintaxis, la grafomotricidad.
Por ejemplo, si un niño tiene dificultades en vocabulario generalmente presenta retraso en la producción de palabras incluyendo objetos comunes, letras, colores o números.
Si se presenta dificultad en la estructura textual sus composiciones se caracteriza a menudo por redundancias, terminaciones tempranas, limitada organización y coherencia.
Respecto de la estructura sintáctica, producen frases a las que les falta longitud o complejidad, es decir, no saben usar efectivamente las reglas sintácticas.
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