Cuarenta 'sin techo' deambulan por Jaén
Es difícil contabilizarlos porque no siempre están en los mismos sitios, pero según estimaciones de Cáritas Diocesana alrededor de unas 40 personas deambulan, haga frío o calor, por las calles de diversos pueblos de la provincia -fundamentalmente los núcleos urbanos más grandes- ante la inexistencia de un hogar en el que poder refugiarse. Son los denominados 'sin techo', personas que cargan a sus espaldas historias muy diferentes, algunas de mala suerte en la vida, otras de mala cabeza...pero todas con el mismo final: un banco del parque o unos cartones como cama. Como casa, el demoledor frío de la noche jienense. A lo sumo, los bajos de un puente o las instalaciones de un cajero automático.
En su auxilio acuden todos los días los voluntarios que Cáritas tiene en diversos puntos de la provincia. Intentan darles una solución a su problema, ayudarles a buscar un empleo y a que poco a poco la vida les sonría de nuevo. Pero no es fácil. Hay muchos que no se dejan ayudar, otros que han perdido la noción del tiempo y desconocen en qué mundo viven. En general, la autoexclusión planea sobre todo ellos. Pero hay que intentarlo.
Es difícil contabilizarlos porque no siempre están en los mismos sitios, pero según estimaciones de Cáritas Diocesana alrededor de unas 40 personas deambulan, haga frío o calor, por las calles de diversos pueblos de la provincia -fundamentalmente los núcleos urbanos más grandes- ante la inexistencia de un hogar en el que poder refugiarse. Son los denominados 'sin techo', personas que cargan a sus espaldas historias muy diferentes, algunas de mala suerte en la vida, otras de mala cabeza...pero todas con el mismo final: un banco del parque o unos cartones como cama. Como casa, el demoledor frío de la noche jienense. A lo sumo, los bajos de un puente o las instalaciones de un cajero automático.
En su auxilio acuden todos los días los voluntarios que Cáritas tiene en diversos puntos de la provincia. Intentan darles una solución a su problema, ayudarles a buscar un empleo y a que poco a poco la vida les sonría de nuevo. Pero no es fácil. Hay muchos que no se dejan ayudar, otros que han perdido la noción del tiempo y desconocen en qué mundo viven. En general, la autoexclusión planea sobre todo ellos. Pero hay que intentarlo.
Casa de los sin techo
En la capital desde hace un año funciona el hogar de los sin techo, una acogedora vivienda adosada al convento de Santa Clara en el que conviven diariamente en torno a una decena de personas, indigentes a los que el equipo humano de Cáritas ha conseguido 'sacar' de la calle. Allí, a diferencia del albergue de inmigrantes, por ejemplo, no hay límite de tiempo. «Cada uno se queda el tiempo que necesite, pero para que pueda volver a reinsertarse en la sociedad se necesitan muchos meses», explicaba ayer Juan Carlos Escobedo, presidente de Cáritas Jaén.
Precisamente, el próximo 23 de noviembre se celebra el Día de los Sin Techo, un momento que se está aprovechando también para conmemorar los 50 años de trabajo de Cáritas en Jaén. Por todo ello se han organizado una serie de actividades. La primera tuvo lugar ayer y fue una convivencia entre los habitantes del citado hogar. El próximo viernes habrá cinefórum en la iglesia de Belén y San Roque y el día 29 una eucaristía presidida por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo López.
Los nuevos pobres
Por desgracia, los pobres siempre han existido en Jaén. Se calcula que un 30 por ciento de los ciudadanos vive por debajo del umbral de la pobreza, pero la cifra sube en los últimos tiempos a pasos agigantados. La crisis, que todo lo toca y casi todo lo hunde, también se nota en Cáritas.
Así lo aseguraba ayer su presidente en Jaén, que afirmaba que «en los últimos cinco o seis meses ha crecido de forma muy importante el número de personas que viene a demandarnos ayuda». Escobedo cifra ese crecimiento en un 40 por ciento. «Son personas que debido a la situación económica que atravesamos se ven incapaces de pagar su hipoteca, los recibos, incluso de poder comprar comida para alimentar a su familia», explicaba el presidente de Cáritas, que demanda a la Administración «que realmente se implique con el problema de la pobreza, pues lo único que se ha conseguido en años de bonanza es que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres».
Ante esta situación, a la organización sólo queda desear que la crisis se pase cuanto antes. De lo contrario, se temen una avalancha de gente en apuros a la que no van a poder atender. «Ha habido mucha pérdida de empleo, pero el que conocemos sólo es el que estaba reglado. Hay muchas otras personas que trabajaban en la economía sumergida y que hacen que la cifra de parados suba escandalosamente, de ahí que el incremento de las necesidades de muchas familias jienenses haya sido brutal», indicó Juan Carlos Escobedo.
Desde Cáritas se lamenta también que «además de no poner medidas realmente eficientes, la Administración es poco solidaria con los indigentes, especialmente con aquellos tienen problemas de salud, pues se les echa de los hospitales sin que estén curados del todo y saben que va a ser complicado que tomen una medicación cuando ni siquiera tienen un techo bajo el que refugiarse».
Noticia publicada aqui
0 comentarios:
Publicar un comentario