''Un 8% de los niños gallegos sufren el síndrome del pequeño emperador''
Comienzan por gritar, levantar la voz o insultar a sus padres y terminan por pegarles una paliza. En la actualidad, un 8% de los menores gallegos entre los 9 y los 17 años presentan problemas de conducta.
Comienzan por gritar, levantar la voz o insultar a sus padres y terminan por pegarles una paliza. En la actualidad, un 8% de los menores gallegos entre los 9 y los 17 años presentan problemas de conducta.
El Director de la Unidad de investigación en Psicología Jurídica y Protección del menor y profesor del departamento de Psicología Social de la Universidade de A Coruña, Miguel Clemente Díaz, colabora con la Xunta de Galicia en un proyecto destinado a tratar y ayudar a estos jóvenes.
Durante la investigación, este equipo trabajó con un total de 650 menores, 39 de ellos ingresados en centros de reforma o protección. Un año después del estudio, esta colaboración continúa para divulgar el programa y para que los educadores sociales lo utilicen con los jóvenes.
Pregunta: ¿En que consistió el trabajo de la unidad?
Respuesta: Fueron 12 sesiones de entrenamiento basadas en la intervención a través de un juego, al que llamamos el juego de billar. El objetivo era que los niños corrigiesen su comportamiento. La metodología consiste en plantearles problemas y dilemas morales e incrementar su perspectiva social. Buscamos que no fueran egocéntricos y ayudarles a adoptar unos papeles diferentes a los suyos para así conseguir que desarrollen su empatía.
P: ¿Como actúan los menores con problemas de conducta?
R: Son tremendamente violentos. En los casos más leves, ejercen violencia psicológica, con insultos, menosprecios o agresión verbal. Otros actúan con la violencia física a los padres, que son los casos que normalmente se denuncian. Son chavales con un comportamiento de violación de reglas y de normas. "El registro de instrucciones previas no garantiza el respeto a la voluntad del paciente"
Actúan de manera delincuente o atentan contra el sistema de educación, saltándose las normas paternas. Su conducta es siempre desafiante hacia los mayores, tratando de provocar la ira en ellos. Son menores con la autoestima baja, o con muy poca tolerancia a la frustración, es decir, no admite un no por respuesta ni la imposición de límites. Son personas egocéntricas, acostumbradas a tener todo lo que desean.
P: ¿Cual es el perfil de estos jóvenes?
R: Son muchachos de clase media y media-alta, que no se ajustan con el perfil de delincuente habitual. Suelen coincidir con los hermanos mayores o con los hijos únicos, por eso se le llama síndrome del pequeño dictador o del emperador, siguiendo el ejemplo chino de tener un solo hijo al que se le dan todos los mimos. Actualmente en Galicia el problema afecta a un 8% de menores entre 9 y 17 años. Se manifista de manera más aguda entre los 13 y los 15 años.
P: ¿Que factores causan estos comportamientos agresivos?
R: El principal problema es el exceso que se produce al darles de todo y no ponerles límites. Son jóvenes acostumbrados a que todo se les consienta y con un bajo control de los padres. Esto provoca que no acepten límites y normas cuando van creciendo.
Terapia efectiva
P: ¿Como reaccionan los padres cuando su hijo se muestra agresivo?
R: Los padres suelen acudir a nosotros totalmente desbordados por la situación y quieren tirar la toalla. Por eso hemos realizado sesiones con ellos para darles apoyo psicológico y para que entiendan que nunca se puede dejar de educar a un hijo. Lo que no pueden es dejar el problema en manos de las instituciones.
Deben entender que la obligación de cuidarlos es suya. El objetivo de las sesiones es conseguir que no se desmoronen. Algunos de ellos han recibido palizas y han sido agredidos físicamente, lo que hace que no quieran ver a su hijo. Nuestra labor el convencerlos de que non pueden renunciar a la educación del menor.
P: ¿Que tratamiento emplearon desde la unidad?
R: Actuamos con sesiones de entrenamiento destinadas a disminuir el nivel de egocentrismo de los menores y a desarrollar su capacidad de empatía. Pretendemos que razonen adecuadamente y se metan en el papel de los demás.
P: ¿Obtuvieron resultados positivos?
R: Sí, lo que hemos encontrado es que hay determinadas variables psicológicas que han supuesto un cambio para ellos. Se trata en concreto de la conducta prosocial, los chavales son capaces de ayudar a los demás. Constatamos también que el nivel de reincidencia se redujo en un 400% con respecto a los menores que no fueron tratados.
FUENTE
0 comentarios:
Publicar un comentario