LOS ELEMENTOS PERMANENTES DE LA METODOLOGÍA COMUNITARIA
INFORMACIÓN
Un proceso comunitario no se puede entender sin una amplia y continúa información a los tres protagonistas de las actividades del mismo. Sin información no hay participación.
La información tiene que ser la misma para los tres protagonistas aunque con diferente lenguaje para que sea comprensible y utilizable por todos. Es fundamental que no exista información privilegiada ni secreta, incluso que todo el mundo conozca las fuentes de financiación del proceso y la manera en qué y para qué se ha utilizado.
Hay que distinguir entre la información que produce el mismo proceso (folletos, boletines, informes, etc.) y la información producida por los medios informativos existentes (televisión, radio, prensa, etc.), con los que hay que tener una relación correcta.
Un principio importante es el de devolución de la información. Los resultados tienen que ser divulgados y socializados para que sirvan realmente en el proceso de transformación de la comunidad. La información como instrumento para la participación, requiere una actividad y un trabajo permanente y constante.
COORDINACIÓN
La intervención comunitaria no tiene que sobreponerse a lo que se está haciendo en una comunidad, sino que debe integrarse con ello. La intervención tiene que valorar lo que ya existe, y si hay que cambiar algo, que lo hagan las mismas personas que están en ella. Es un proceso que requiere tiempo, constancia y trabajo.
La coordinación comunitaria puede pasar por diferentes etapas y producir diferentes resultados: intercambio de información y conocimiento mutuo, colaboración puntual o estable entre dos o tres entidades implicadas en el grupo, establecimiento de protocolos de colaboración permanente entre varias entidades para atender las demandas y a los colectivos, diagnóstico comunitario y programación comunitaria.
La coordinación busca la implicación del servicio o institución y no de las personas a título individual y voluntario. Implica tanto los recursos oficiales e institucionales como los privados y voluntarios. Es importante que se constituya un pequeño núcleo con funciones de información, documentación y organización que pueda ser cambiante. El ideal sería el constituido por un representante de los servicios sociales comunitarios, uno de los de atención primaria de salud y uno de los centros educativos.
CONOCIMIENTO Y AUDICIÓN
Una comunidad no puede avanzar en su proceso de cambio y de mejora sin conocerse a sí misma, por lo que es una necesidad intrínseca a la que hay que responder. Durante el proceso habrá diferentes momentos y necesidades, en los que habrá que tener en cuenta:
Que toda actividad de estudio sirve al conocimiento de la realidad que se quiere modificar y por ello los tres protagonistas tienen que poder disponer de los resultados de los estudios.
Que la socialización de los conocimientos permite la participación en forma paritaria y facilita un debate objetivo de los temas a abordar.
Que todo el estudio debe hacerse de manera participativa, implicando a los tres protagonistas.
PROGRAMACIÓN Y EVALUACIÓN
Sin programación el proceso sería un conjunto indiscriminado de hechos, actividades, proyectos... sin sentido. En la programación se individualizan tres niveles:
La programación de las actividades centrales del proceso identificadas en el programa.
La programación sectorial y por franjas de población siguiendo el esquema de la monografía comunitaria.
La programación de proyectos específicos.
La programación conlleva automáticamente a la evaluación. El proceso comunitario requiere de una evaluación permanente, para lo que hay que recordar:
La evaluación no es un hecho técnico, sino “político” y debe ser realizada por los tres protagonistas del proceso.
No se puede evaluar si no se ha documentado el proceso, los objetivos, los métodos, los fallos, por lo que se requiere de un sistema previo de evaluación flexible.
Sirve para corregir errores en el proceso y para reprogramar teniendo en cuenta la realidad.
Programación y evaluación son un único indisoluble, aunque flexible y adaptable a las evoluciones del proceso.
Así, las metodologías fundamentales son la investigación participativa, investigación-acción y en particular la Audición, método basado en la escucha activa a los tres protagonistas.
Decálogo para un grupo construir un grupo que dialoga
Hace 2 semanas
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