Segundo y ultimo articulo dedicado a la comunicación recurso imprescindible que todo TASOC y TISOC debe tener adiestrada y entrenada en las interacciones entre los "usuarios" y el Animador Educador.
MEDIACION Y RESOLUCION DE CONFLICOTS (V) LA COMUNICACION (II)
LA ESCUCHA ACTIVA.
Para transmitir bien un mensaje, quien se expresa tiene que tener en cuenta algunas cosas de quien escucha, como son: la percepción, las expectativas y la implicación.
En el proceso de la regulación de conflictos es importante escuchar activamente a las personas que nos expresan su conflicto para intentar entender el conflicto de la mejor manera posible.
Quien escucha activamente, habla lo menos posible, y pone atención no sólo a las palabras que oye, sino también a los gestos y a los sentimientos. No necesitamos estar de acuerdo con lo que oímos sino que tenemos que intentar entender cómo lo ve la otra persona, por qué lo siente así. Se trata de escuchar los sentimientos que están detrás de las expresiones que una persona nos dirige y repetirlos oralmente con otras palabras. De esta manera contribuimos a que la misma persona vaya siendo más consciente de sus conflictos y busque ella misma sus propias soluciones a la vez que transmitimos nuestro interés por ella.
Hay que tener en cuenta que:
- “Escuchar” es tan importante como “transmitir”.
- El 70% del día lo pasamos comunicándonos. De este 70%, 45% escuchamos.
- Hay una diferencia entre Oír y Escuchar. Escuchar es hacer un esfuerzo mental activo. Oír es casual, algo más pasivo.
Cuando escuchamos, a veces encontramos alunas de estas dificultades::
- Tendencia a interrumpir.
- Tendencia a evaluar o juzgar.
- Tendencia de quien escucha a manifestar sus emociones (preocupación, miedo, ira, pena).
- A veces damos diferente sentido a las palabras o las interpretamos con matices diferentes, afectando esto a la comprensión del conflicto.
- A veces se manifiestan internamente algunos aspectos competitivos cuando escuchamos.
- A veces nos aburrimos, pensamos en otras cosas, nos da pereza.
Necesitamos dedicar nuestra energía para poder superar todas estas barreras.
También utilizamos el lenguaje corporal y el contacto visual cuando escuchamos para animar a la persona a hablar más. Para escuchar activamente, debemos asegurarnos de que tenemos el tiempo y el espacio adecuados y mostraremos el deseo de escuchar también con el cuerpo.
Las intervenciones orales de quienes escuchan fomentarán el seguir hablando. Lo podemos hacer formulando sólo las preguntas imprescindibles (ESCUCHA CON ABRIDOR), que sean abiertas, o también reflejando de vez en cuando con nuestras propias palabras los sentimientos que entendemos que nos está comunicando.
Escucharemos hasta que la persona que habla sienta que ha sido escuchada y entendida.
La escucha activa ha de ser escucha empática. Significa escuchar los sentimientos de las demás personas hasta el punto de intentar sentir lo que siente la otra persona. Esta forma de escucha es muy útil para poder avanzar constructivamente en situaciones de conflicto. Quien escucha empáticamente intentará ponerse en el lugar de la otra persona. Por ello tendrán cuidado para escuchar la comunicación no verbal (gestos, voz, miradas, expresiones faciales); estar atentas al “para-lenguaje”; escuchar entre líneas . . .
Escuchar bien . . . Lleva tiempo y esfuerzo. Necesita control personal y emocional. Se necesita también fuerza para escuchar comprensivamente cosas que a nosotras nos podrían sorprender o contrariar.
Para comprender mejor estos elementos y su influencia en la comunicación, podemos practicar conversaciones teatralizadas, y observamos cómo se desarrollan las pautas anteriores, cuáles nos sirven y cuáles no, en qué medida y en qué circunstancias. ¿Cómo es nuestra comunicación? ¿Qué dificultades encontramos?
Decálogo para un grupo construir un grupo que dialoga
Hace 2 semanas
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