Artículo editado por Michael Zaldívar
A lo largo de la semana hemos ido trabajando en este monográfico diferentes aspectos; como recursos para animar una biblioteca (a través de dinámicas e ideas), la necesidad de las bibliotecas como espacios adaptados a la diversidad funcional y como atraer más ciudadanos al hogar del conocimiento... Como venimos hablando a lo largo de la semana en el blog, la biblioteca es algo más que un edificio repleto de libros e información, y el papel de los/las TASOC/TISOC junto con el de los/as bibliotecarios/as pueden llevar la biblioteca a otro plano de actuación, convirtiéndolo en un organismo vivo y participativo.
En este monográfico trataremos de comprender la biblioteca como un espacio de participación comunitaria, un lugar dinámico que permite el flujo de ideas, intereses y opiniones sobre diferentes aspectos, como por ejemplo desde solicitar un nuevo libro, hasta solicitar realizar una actividad en la biblioteca.Cuando hablamos de participación comunitaria hablamos de redes de participación entre los 3 agentes que componen la comunidad (administraciones, recursos públicos y población), donde a través de la implicación e interacción de esos agentes, se crean relaciones y dinámicas sociales.
Trabajar en la creación de la biblioteca como un lugar de participación comunitaria sería por tanto inmiscuir a la población (en la medida de lo posible) en procesos de creación, ejecución y evaluación de actividades y/o dentro y fuera de la misma. Es cierto que lo comunitario va mucho más allá, pero hoy trataremos de no pecar de ambiciosos y comentaremos unas estratégias/ideas que pueden ayudar a replantearnos nuestra actuación.
En artículos anteriores hemos visto actividades que pueden fomentar la biblioteca como un espacio comunitario, puesto que rompíamos con los muros de la misma y tratábamos de sacarla a la calle, o que nuestros participantes propusiesen actividades. Ahora propondremos maneras de hacer elevar el nivel, de romper la "cuarta barrera" e interactuar con el resto.
Libros Fuera
Me sumo a la propuesta de mis compñaeros/as proponiendo visibilizar al libro. Propongo que tratemos de recordar su importancia y su valor, mostrando sus cualidades y ventajas.
Una manera de interactuar con la biblioteca (sobre todo los colegios e institutos que disponen de una própia) sería que cada profe apoyase una de sus clases con libros (cogidos de la biblioteca) que refuercen el contenido de la asignatura. ¿Porqué hablar de Miguel Hernández y no leer un par de sus poemas? ¿Porqué tratar en historia/filosofía un movimiento político y no proponer un libro de literatura que lo trabaje? ¿Porqué trabajar los animales en extinción y no coger un par de libros?
Una manera de fomentar el uso de la biblioteca es enseñar a usar una biblioteca, demostrar que además de internet y las TIC, si necesito información hay espacios que no requieren de conexión ni bateria, y son igual de aptos y válidos, con el añadido de que tenemos la ayuda de nuestro bibliotecario.
Zona Recital y de Talleres
En mi humilde opinión, considero que mostrar la biblioteca como algo más que un alamcén de libros, también es trabajar en la comunidad. Dentro de nuestra localidad, se pueden estar realizando actos tan sencillos como crear una zona "chill out" para leer, convocar un recital de poesía en la localidad o dar talleres de técnicas de escritura pueden ser actos que abran las puertas de la biblioteca. Estas propuestas son muy interesantes, pero si permitimos como espacio de realización la biblioteca (o una de sus salas) potenciamos muchísimo su impacto, y cambiamos la imágen del edificio, pasando de una imágen rígid a una entidad con vida y dinamismo.
Otra manera, que espero que guste a los más artistas, sería que con la ayuda del ayuntamiento, se organizase un pequeño festival o taller de teatro, proponiendo obras que estén dentro de la colección de la biblioteca (podríamos incluso hacer una selección), de esta manera, administración, población y recurso, cooperan e interactuan potenciando los recursos culturales.
Promoción Cultural
Toda biblioteca suele tener un catálogo, más o menos amplio en función de sus características, de textos culturales pertenecientes a su localidad, como por ejemplo de história, arte, tradición, gastronomía... Esta información, que muchas veces queda retenida en las estanterías, podría ser llevada a la población si se realizasen unas jornadas que promoviesen dicha cultura. Realizar una jornada gastronómica con recetas locales obtenidad de textos de la biblioteca pública, podría ser una manera de fusionar convivencia, participación, cultura y ocio de una manera muy potente y nutritiva (en ambos aspectos).
¿Que esperamos?
Mi última propuesta para acercar las bibliotecas a lo comunitario, sería preguntar. Muchas veces se nos olvida que en toda interacción entre personas es importante saber que se espera de nosotros, o cómo nos ve la otra persona. Evaluar nuestra actuación con los participantes y conocer que les gustaría que ofreciesemos a los participantes potenciales, además de perfeccionar nuestra labor como profesionales, hace más cercana y participativa nuestra relación con ellos. De manera, que preguntar, preguntar sin miedo.
Os animamos a probar el gusanillo de lo comunitario, y poder ofrecerle a la gente el participar, sin olvidar que siempre debemos preguntar si les apetece, de esta manera, a través de los objetivos y los intereses de los participantes, podemos hacer de nuestra biblioteca además de un espacio de información un espación de participación.
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