Videojuegos para cruzar fronteras. Esa es la idea de Bordergames.org. Cruzar el Estrecho en patera virtual, vivir sin papeles… Los jóvenes inmigrantes de Madrid, Gijón y Barcelona nos muestran cómo viven una ‘aventura’ muy real.
“Eres un inmigrante magrebí de 17 años. No tienes papeles. Estás en la madrileña plaza de Lavapiés y te acercas a un policía a pedir información”.
Así arranca ‘Bordergames Lavapiés’, el primer proyecto de videojuego y punto de partida de Bordergames.org, plataforma creadora de videojuegos de acción real. Se trata de juegos que reproducen el punto de vista de un colectivo vulnerable desde un punto de vista social, con especial atención a la visión de los inmigrantes.
Si el policía del videojuego te pide tus documentos y le dices que no tienes, te mandará al centro de menores hasta que alcances la mayoría de edad y te deporten. Verás un ‘Game Over’ en tu pantalla pero también podrás ponerte en la piel de los que ven el fin real de su ‘aventura’.
Simulación y realidad
La idea parte de La Fiambrera Obrera, iniciativa artística afincada en el barrio madrileño que da nombre al videojuego. Todo empezó en el año 2000 cuando propusieron a “un grupo de jóvenes migrantes del barrio de Lavapiés diseñar y construir un videojuego que abordase, mediante la simulación característica del medio, experiencias y situaciones de su vida cotidiana”.
Situaciones como la búsqueda de vivienda, de trabajo o los problemas derivados de condición de legalidad provisional son las que experimenta el jugador de Bordergames.
Y esa es precisamente la clave de los juegos, según sus creadores: aspiran a convertirse en una herramienta construida por inmigrantes y para inmigrantes. Pero también para sensibilizar a las sociedades de acogida. “Al jugar los chavales se encuentran aleatoriamente en la piel de otros personajes, procedentes acaso de culturas diferentes y jugando en entornos que pueden resultar más o menos desconocidos para el jugador”, explican desde La Fiambrera Obrera.
“No se trata de enfatizar el parecido entre las fronteras y las vidas que deben articularse en función de ellas, con un videojuego más o menos ingenioso; no se trata de destacar el aspecto de aventura que la supervivencia toma cuando se viene del Sur empobrecido... se trata de hacer que la autonomía que siempre se ha defendido desde la práctica artística se vuelva contagiosa, prolifere y fundamente la práctica política y comunicativa de otros agentes sociales”, añaden los creadores.
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Decálogo para un grupo construir un grupo que dialoga
Hace 2 semanas
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