Pero realmente, ¿qué nos interesa descubrir de este epígrafe que denominamos estructura teórica de la animación sociocultural?, me he adelantado decidiendo esta cuestión previa al Congreso, y he descartado cuestiones como fundamentos teóricos, modelos, ámbitos, origen, niveles profesionales…, una serie de temáticas que bien podemos estudiar con detenimiento en muchos de los textos escritos por autores que se mencionaron anteriormente y que no les vamos a dar más protagonismo que el que tienen.
Eliminando todas estas cuestiones, la estructura teórica se queda escueta, si pensamos que solamente esto describe a un concepto tan amplio como es el de animación sociocultural, pero hay una parte importante que no he eliminado, los principios de la animación sociocultural, su filosofía, su ideario, pilar fundamental para que exista esta labor dinamizadora.
Y podría parecer una incongruencia que la asociación a la que represento sólo se base en textos legales, y por otro lado dé tanta importancia a la ideología, pero realmente es imposible desmembrar, desgajar el concepto racional, reflexivo, en definiiva teórico, con la filosofía que le hizo nacer, que lo creo.
A partir de aquí encontramos una material transversal a la de la animación sociocultural, a pesar de que se vislumbra como materia troncal en el Ciclo Formativo; me refiero al desarrollo de la comunidad de destino, para este término podemos analizar diversos autores que nos hablan de ello, y nos relacionan el concepto con muchas de las competencias laborales del TASOC.
Entre ellos encontramos a la autora C. Ware que nos aporta una visión formalista de la organización comunitaria; E. Ander–Egg, por su parte, define el concepto desde dimensiones prácticas, dando vital importancia a la planificación, organización de recursos, programación y promoción, y otras acciones pragmáticas que forman parte en la intervención comunitaria; M. Marchioni cambia radicalmente el concepto para referirse a la planificación social o la acción social comunitaria, centrándose en el principio democrático de autodeterminación de la comunidad de destino.
Por último, cabe destacar la aportación de T. Porzecanski que en 1983 define al desarrollo comunitario como “el conjunto de acciones destinadas a PROVOCAR un cambio orientado de conductas a nivel de un microsistema social participativo y que signifique una etapa más avanzada del progreso humano”. Para ello, el autor se plantea la interacción de la acción propiamente dicha, una planificación y programación continuada, con la transversalidad del ideario de la animación sociocultural,sus principios más importantes.
Decálogo para un grupo construir un grupo que dialoga
Hace 2 semanas
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